En la Capital del país y del tango de Buenos Aires, vuelven las milongas, clases, prácticas y shows de tango en espacios abiertos y cerrados, luego de nueve meses de inactividad a causa de la pandemia por el coronavirus. El Gobierno Nacional decidió aprobar un Protocolo Sanitario para que vuelva la actividad, con algunas restricciones. En las milongas y escuelas de tango porteñas solo podrán asistir las parejas convivientes o las que ya fueron conformadas anteriormente a la pandemia como parejas de baile, pero no se podrá realizar cambio de parejas, ni invitar a bailar a otra persona. Los organizadores de los shows de tango, clases de bailes y tanguerias, deberán fijar un cupo máximo de asistentes, que no sea superior al 50% de la capacidad máxima habilitada para cada establecimiento. Los participantes deberán realizar una inscripción previa vía online, cada pareja de baile dispondrá de turnos de dos horas, y cada treinta minutos se realizará la desinfección del lugar. Al ingresar deberán firmar una Declaración Jurada exponiendo que no presentan ningún tipo de síntoma compatible vinculado al coronavirus. Todo el personal que esté trabajando en las milongas, tanguerias o escuelas de tango, deberán utilizar el tapabocas permanentemente. Los bailarines que participen en los shows de tango deberán cambiarse los zapatos de calle por los de baile al ingresar al establecimiento. Para los bailarines de la categoría Tango Escenario, será obligatorio el uso de la máscara facial. La pista de baile estará ordenada para que tenga un único sentido de circulación para evitar las aglomeraciones. Todos las personas que no estén bailando, deberán mantener el distanciamiento social de 1.5 metros al aire libre y de dos metros en lugares cerrados. Se deberá demarcar con círculos en la pista los espacios correspondientes para cada pareja de baile, y al bailar se desplazarán en sentido contrario a las agujas del reloj, siempre y cuando el circulo que le toque correrse este vacío. Por otra parte, las mesas y sillas estarán instaladas a 1.5 mts de distancia, y a dos metros de la pista de baile. Cada pareja solo podrá ingresar a bailar en el círculo más cercano a su mesa.
Se trata de un estricto Protocolo Sanitario diseñado por el Ministerio de Cultura de la Nación, la Superintendencia de Riesgos de Trabajo y los empresarios del sector, teniendo en cuenta que hay mucha gente mayor que baila tango en las milongas o toma clases, y ellos son la población en riesgo.