Al cumplirse 52 años de la publicación de “Cien años de soledad” en Buenos Aires, el Instituto Cultural Argentino Colombiano financió el busto del escritor que se colocó en el Rosedal de Palermo.
En el Paseo de los Poetas del Rosedal de Palermo el jueves pasado se inauguró un busto en homenaje al escritor colombiano Gabriel García Márquez. “Gabo vuelve a Buenos Aires para quedarse”, es el slogan de la escultura que está ubicada entre las de Benito Pérez Galdós y Pérez de Ayala. En el paseo también se recuerdan a autores como Alfonsina Storni, Dante Alighieri, William Shakespeare y Jorge Luis Borges.
García Márquez pasó solo 12 días en la Ciudad en 1967. Se dice que nunca regresó porque así como creía que su éxito había nacido en Buenos Aires, sentía que podía abandonarlo en un regreso, informa Clarín.
La idea de la escultura se plasmó después de una ley sancionada en Colombia, a partir del fallecimiento de Gabo: cada municipio del país tenía que tener un busto que lo recuerde. Los miembros del Instituto Cultural Argentino Colombiano (ICAC), fundado en 1955 en Buenos Aires, creyeron que era un buen momento para encargar el suyo. Sus 17 miembros pusieron dinero y le encargaron el trabajo al artista argentino Fernando Pettinato.
Gabriel García Márquez aterrizó en Ezeiza el 16 de agosto de 1967. Lo acompañó Mercedes Barcha, su mujer. En la zona de arribos lo esperaban Tomás Eloy Martínez y Francisco “Paco” Purrúa, de Sudamericana, editorial que acababa de publicar “Cien años de soledad”. El motivo del viaje no fue la presentación ni la promoción de la novela, llegó para participar del jurado de un premio.
Solo en la primera edición se vendieron 8 mil ejemplares y, hasta el momento, más de 30 millones. La novela ha sido traducida a 35 idiomas y es considerada una obra maestra de la literatura hispanoamericana y universal, así como una de las obras más traducidas y leídas en español.
La actividad forma parte de la “Semana de Gabo en Buenos Aires”, organizada por el ICAC. “Vienen de Asia, de Europa y de cualquier rincón del mundo. Pero los argentinos son los turistas que más visitan la casa de Gabo en Aracataca”, afirma a Clarín José Sánchez Segrera.