Si alguien piensa que un hincha de Boca, uno solo, pueda llegar a caerle a Sergio Romero por su error en la jugada que terminó con el gol de Estudiantes, es que no conoce cómo piensa el común de los simpatizantes Xeneizes. Es que el arquero del equipo desde el 2023 no solamente goza del apoyo incondicional de la gente, sino que también de la gratitud por lo que hizo por la camiseta en el camino hacia la final de la última Copa Libertadores.
Sin embargo, la sucesión de situaciones que tuvieron como protagonista a Chiquito en los últimos tiempos cambiaron esa imagen de superhéroe que el arquero supo construir, en base a actuaciones descomunales, por una en la que -humano al fin- se pueden ver sus vulnerabilidades a flor de piel. Simplemente porque su físico le volvió a dar un alerta justo cuando su familia y su futuro profesional entraron en etapa de definiciones. Y justo cuando se dio su regreso al equipo después de cinco partidos, la semana terminó con la jugada en la que no pudo retener el cabezazo de Javier Correa.
Su familia
“Tengo el contrato sobre la mesa y ahora me queda hablar con mi familia solamente, y ver qué quieren”, fue la exposición que el arquero hizo luego de su vuelta a las canchas el último martes, en referencia a una renovación de contrato que lo tiene con la llave en su mano de una decisión que Boca ya tomó: prolongar por un año el vínculo que vence en diciembre de este año.
Claro, en el medio de su ausencia quien se hizo cargo del puesto fue Leandro Brey, el arquero del futuro según el propio Juan Román Riquelme. Y si bien en la mayoría de sus actuaciones no tuvo demasiado trabajo, su solvencia y -sobre todo- la gran noche que protagonizó en la altura de Potosí durante el 0 a 0 por la Copa Sudamericana, dejaron la sensación de un puesto bien cubierto ante la baja del titular indiscutido.
Su físico
Fue luego de esa semana maratónica, tras la victoria categórica ante Newell’s, que Chiquito se reincorporó a los trabajos a la par del plantel. Y un par de días después, Diego Martínez lo mandó a la cancha para el partido copero ante Sportivo Trinidense. Tras el juego, el DT respondió sobre su condición sumando un detalle hasta ahí desconocido, acerca de su condición física.
“De la inflamación del tendón está bien, solamente tiene alguna molestia en la cintura por las caídas al haber vuelto al trabajo”. Claro, evidentemente habían sido pocas las prácticas y tal vez esa falta de costumbre en exigirse lo llevaron a volver al ruedo sin estar del todo apto. La necesidad de rodaje para lo que se viene habrá formado parte de esa decisión conjunta con el cuerpo técnico, como también el hecho de saber que -en medio de la incertidumbre para lo que sigue- no es momento de ceder terreno ante la posibilidad de tener un competidor fuerte en el puesto.
Su futuro
Los días posteriores al partido en que retomó su lugar fueron materia de rumores en cuanto a la renovación de su contrato. A partir de su propia exposición, surgió como cierta la posibilidad de un pase al fútbol de Estados Unidos, más precisamente al Inter Miami de Lionel Messi, y más cerca del fin de semana la información de una decisión tomada: continuar su ciclo en Boca.
Lo que se juega Boca ante el Tomba
Ante Estudiantes, como antes con los paraguayos, no tuvo demasiado trabajo. Pero en esa jugada clave falló y tal vez haya sumado su primer error importante desde que se puso el buzo de Boca. No tuvo ningún reproche y el equipo tiene pronta revancha, este martes ante Godoy Cruz.
Lo cierto es que en la previa de una posible etapa de definiciones mano a mano (con los penales en el final del camino), seguramente el DT quiere tenerlo listo para la ocasión. Y para eso -en medio de la seguidilla de partidos- es inevitable que los minutos de fútbol los sume en cancha.
Por el lado de Romero, bien seguro de sus condiciones, su naturaleza competitiva no le permitirá ceder terreno y buscará estar presente. Pensando en que Boca siga siendo protagonista y tenga a su arquero preparado si es necesario volver a ponerse el traje de superhéroe.