Boca ganó, gustó en parte, convirtió cuatro goles, y también se dio el lujo de romper con un déficit que siempre es motivo de preocupación. El 4-2 frente a Racing sirvió para superar a la Academia y para ponerse cerca de la zona de clasificación. Pero también significó, para el equipo dirigido por Diego Martínez, terminar con una racha negativa que sostenía desde que comenzó el campeonato.
Se trata de los goles de cabeza, que particularmente a Boca se le venían negando hace varios partidos. El Xeneize no había podido convertir uno sólo en lo que iba del campeonato, de los diez tantos que llevaba acumulados en las nueve fechas anteriores. Y a falta de uno, llegaron dos…
La sequía la cortó Edinson Cavani, gracias a su imponente salto y su cabezazo potente y eficaz, imposible de controlar para cualquier arquero por la violencia y la dirección que tomó la pelota. Fue el 3-2 parcial para Boca en el partido. Pero no fue todo, ya que minutos después Nicolás Valentini también concretó por esa vía un centro quirúrgico de Kevin Zenón y puso así el 4-2 definitivo.
Son aspectos y situaciones que en el fútbol siempre ocurren, como con las victorias o las rachas de los goleadores, a veces se necesita uno para destrabar el resto. Ocurrió con Cavani hace dos fechas atrás, en el partido ante Belgrano, en el que el Matador convirtió un gol después de varios partidos sin convertir, y al cabo de 15 minutos llegaron dos goles más y anotó su hat-trick.
Boca Juniors – 12-3-2024
Cavani puso el 3 a 2 de Boca
Si no fueron de cabeza, ¿Cómo fueron?
¿Y cómo llegaron los 12 anteriores goles de Boca en un contexto donde el DT usa mucho las bandas y los centros para llegar? El primer gol del equipo de Diego Martínez fue un sombrerito de Miguel Merentiel ante Sarmiento, en la segunda fecha. Este fue el partido en el que Cavani tuvo varias situaciones y desperdició todas, y el local terminó empatando el encuentro para establecer el 1-1 final.
En la tercer fecha frente a Tigre, el Xeneize convirtió dos goles más. El primero fue otra vez de la Bestia, tras una jugada espectacular en la que elude a dos defensores, queda mano a mano con el arquero y define cruzado. El segundo fue de Benedetto, que se la pincha al arquero con delicadeza y pone el 2-0 final.
El cuarto y el quinto gol de el conjunto de Martínez fueron ambos ante Central Córdoba, en la quinta fecha. El primero fue de Merentiel, que la puntea sobre la línea cuando la pelota ya estaba ingresando y le saca el gol a Zenón, que ya estaba festejando su primer gol con la camiseta de Boca, y el segundo fue justamente de el ex Unión, que tuvo su revancha y esta vez si convirtió mediante un zurdazo que pasa entre medio de las piernas del arquero.
La sequía de Cavani, clave
El sexto gol fue frente a Lanús, en la derrota 2-1 en la Fortaleza Granate. El autor fue Blondel a partir de un rebote dentro del área, en los minutos finales y que sirvió para descontar. Durante ese encuentro, Cavani tuvo una oportunidad clarísima de cabeza que no pudo aprovechar. El séptimo tanto de Boca en el campeonato fue ante River, en el Monumental. Fue el famoso “Medinazo”, que determinó el empate y el resultado final.
El octavo, noveno, y décimo gol vienen todos de la mano, ya que son en la victoria por 3-2 frente a Belgrano en la Bombonera por la octava fecha. Los tres fueron de Cavani, que tuvo su redención tan esperada. El primero de penal, el segundo tras un pase de Blanco, con el que el Matador queda mano a mano y se la pincha suavemente al arquero para que la pelota ingrese. Y el tercero de derecha con el arco de frente y el arquero prácticamente vencido.
Boca Juniors – 12-3-2024
Valentini metió el cuarto gol de Boca
Lluvia de goles con Racing
Finalmente, en el partido ante la Academia, Blondel metió un sablazo desde fuera del área y el segundo fue en contra de Colombo, tras el buen centro de Blanco. Y llegó el gol número 13, por fin con la cabeza, y el autor fue el Matador. Inmediatamente después, el gol número 14 también llegó por la misma vía. Valentini de cabeza y la racha se quebró por duplicado.
