En la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Buenos Aries, ubicada en la Avenida Chorroarin 280 del barrio porteño de Agronomía, comenzaron un proyecto para entrenar perros con el fin de realizar testeos previos y eficientes, en casos sospechosos de coronavirus. Esta iniciativa surge de un estudio previo realizado en Francia, donde la eficacia del olfato canino para detectar casos de coronavirus fue del 85 al 100 por ciento.
El entrenamiento consiste en hacer que los perros huelan muestras aisladas de piel, sudor, sangre y orina de casos positivos de coronavirus. Se tratan de muestras de pacientes, que no poseen el agente viral, tomadas con una gasa estéril y puestas en envases cerrados herméticamente. Las razas de perros utilizadas para este Proyecto de detección de casos de coronavirus, son pastor belga malinois, pastor alemán, sprigel spagniel, border collie y labrador retriever. En la actualidad, estas razas de perros se utilizan ya en varias partes del mundo, para detectar episodios de hipoglucemia, cáncer de pulmón, próstata, mama, colon, melanomas y tuberculosis. Los tejidos malignos liberan sustancias que son detectables al olfato canino.
Los perros tienen más de 300 millones de receptores olfativos, y los humanos tenemos solo 6 millones. La capacidad olfativa de los perros permite identificar diferentes sustancias como estupefacientes, explosivos, billetes de dólares, alimentos en las barreras sanitarias, búsqueda de personas con vida en desastres naturales, y restos humanos. Por su gran capacidad olfativa, se ha ampliado su participación en otros tipos de detecciones en el ámbito de la salud de las personas, desde infecciones bacterianas hasta distintas clases de tumores, es por eso, que ahora se tiene previsto usar el olfato canino para identificar casos positivos de coronavirus. Para este propósito, se utilizan animales ya entrenados, preferentemente en la detección de explosivos, que dependen de la Escuela Argentina de Adiestramiento Canino. Durante su entrenamiento, los perros deben localizar en el lugar, la muestra positiva de COVID-19, una vez que la identifican, se sientan dirigiendo la mirada hacia el dispositivo donde esta muestra. La segunda etapa del entrenamiento, se basa en discriminar entre todas las muestras de los pacientes positivos y los negativos, señalando los primeros y rechazando los segundos. Tanto los perros como sus entrenadores no estarán expuestos a ningún tipo de riesgo de contraer coronavirus, ya que las muestras serán tomadas por Personal de Salud especializado. El tiempo de entrenamiento se estima que será de seis a ocho semanas