Este 120° aniversario nos moviliza al repaso desde aquel momento en que el sueño de nuestros fundadores comenzó a hacerse realidad.
En las 12 décadas, nuestro derrotero ha sido extenso e incesante. La Voz consolidó su trayectoria, pero no sin sobresaltos que pusieron a prueba nuestra solvencia editorial y empresaria.
Siempre entendimos que la superación y la constante innovación son partes de nuestro ADN.
Así, desde nuestro emblemático diario impreso fuimos multiplicando nuestras plataformas y productos de cara a cómo vincularnos con la audiencia; y hasta creamos soluciones tecnológicas que comercializamos a otros medios nacionales y del exterior. Todas estas iniciativas nos han fortalecido y marcan rumbos en la prensa regional de Argentina y Latinoamérica.
En la actualidad nos toca competir con otros medios y también, en desigualdad de condiciones, con actores y plataformas globales.
Es en ese sentido que siempre hemos resguardado nuestros valores periodísticos, que nos distinguen desde la fundación: la vocación de comunicar y de informar, el pluralismo, la diversidad, la generación de espacios de debates, el desarrollo de los valores democráticos, garantizar una mirada federal desde el interior del país y enarbolar las banderas de la justicia y la verdad.
Principios que deben resolverse con una firme vocación hacia nuestros lectores, con dinamismo para contar los temas de actualidad y con el resguardo máximo de la calidad de los contenidos y productos.
Hoy nos toca vivir un presente difícil. Son tiempos de crisis y de escasez, es el contraste indeseado con aquel país vibrante y en desarrollo de nuestra fundación, allá en 1904. La continuidad democrática de las últimas cuatro décadas no ha sido hasta ahora suficiente para instalar y sostener las condiciones dirigenciales que ubiquen al país en una mejor posición; todo lo contrario: la degradación y la corrupción han sido monedas constantes, con consecuencias sociales y económicas angustiantes y dolorosas.
Por ello, no es momento de festejos. Pero sí de conmemorar una historia que nos hace fuertes; que nos encuentra en firme camino hacia adelante. Con dificultades pero con vigencia. Con proyectos; con capacidad; con talentos; con el orgullo de una marca más que centenaria, con la audiencia más grande de nuestra historia, con oportunidades de consolidar y crear nuevos negocios, de seguir acompañando las tendencias sociales y de continuar con el mandato recibido de hacer realidad el sueño de nuestros fundadores: ubicar siempre a La Voz y a Córdoba en el lugar más alto.
Agradecemos el esfuerzo y acompañamiento de todo el personal; de nuestros accionistas; de anunciantes, lectores, suscriptores, proveedores y de toda la comunidad que en estas 12 décadas han sido claves para sostener el liderazgo, y en especial para seguir estimulándonos a superar cada desafío.
En el pasado, en el presente y en el futuro… Aquí estamos.
* Juan Tillard, gerente general de La Voz del Interior.